Deje que su espacio se convierta en un lienzo donde cada rincón captura el encanto natural de la Provenza. Comience con una base suave de color marfil-beige, acentuada por tonos cálidos como el amarillo y la lavanda. Agregue mosaicos de azulejos hechos a mano, piezas de madera vintage y cestas de ratán tejidas como elementos fundamentales. Las puertas de arco y las vigas de madera reflejan el alma del sur de Francia, combinando la elegancia atemporal con la calidez rústica.
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