
El pharaoh hound, o perro del faraón, debe su nombre a su silueta llamativa. De hecho, esta recuerda a las representaciones del dios egipcio Anubis. Tiene en común con él las grandes orejas erguidas, el cuello largo y la constitución esbelta de tipo lebrel.
El pharaoh hound, o perro del faraón, debe su nombre a su silueta llamativa. De hecho, esta recuerda a las representaciones del dios egipcio Anubis. Tiene en común con él las grandes orejas erguidas, el cuello largo y la constitución esbelta de tipo lebrel.